16 de junio de 2008

Justificación del vicio

Mis pulmones, bolsa de aliento, recipiente vacío.
Lleno de aire que ya no sabe ser suspiro,
que ha olvidado las palabras para intentar borrar los nombres.
Llegan esencias a pasear un rato: Lluvia sorpresiva, océano hermano, aroma de hombres que pasan.
Viento atorado, atrapado sin aviso, que al guardarse pierde asi el anhelo del grito; el alma de voz y canción se esfuma.
Por eso a veces y por diversión, pretende ser pesado, aire pesado, hilo tibio, como aliento ajeno.
Pulmón de humo.

10 de junio de 2008

Tormenta en el retrovisor.
¿Está ahi porque me persigue?
¿Está ahi porque huyo de ella?
Talvez sería mejor buscarla y abrazarla.
Descubrir si el tacto permanece, si la humedad aun consuela.

Recuerdos de conversaciones nocturnas no tan lejanas.
Ecos de caracol que se han quedado abrazados a mis oídos.
El hombre que fui a lo lejos, bajo luz de cigarrillo, aun me hace sonreír.
¿Qué se decía al aire al día siguiente?
En pleno cobijo de la soledad surgió un suspiro, se rompió el miedo... surgió la oración.

Amiga Luna, no me libres jamás de tu embrujo...
qué sería yo sin tu mirada, sin tu roja sonrisa sobre mi cabeza...
Aunque... ¿qué soy ahora?

Respiro brisa y horizonte invisible.
Abrazo arena con los ojos cerrados.
Siento pasos de tiempo persiguiendo... algo.. alguien... ¿a mí?

Dejar de pensar en el tiempo perdido para dejar de perder el tiempo.