Mis pulmones, bolsa de aliento, recipiente vacío.
Lleno de aire que ya no sabe ser suspiro,
que ha olvidado las palabras para intentar borrar los nombres.
Llegan esencias a pasear un rato: Lluvia sorpresiva, océano hermano, aroma de hombres que pasan.
Viento atorado, atrapado sin aviso, que al guardarse pierde asi el anhelo del grito; el alma de voz y canción se esfuma.
Por eso a veces y por diversión, pretende ser pesado, aire pesado, hilo tibio, como aliento ajeno.
Pulmón de humo.
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