28 de marzo de 2014

Las ondas sonoras hacen zurcos en mi sangre. Mis yemas por dentro recuerdan otros espamos involuntarios. Oscuridad entre estrobos deslumbrantes.
Mecerse entre multitudes. Gritar como si estuvieras solo, extender la voz que ansía cielo porque el piso es duro y las horas se han ido amarrando a los pies.

26 de marzo de 2014

Teobiográfico

Me vi nacer en tu primer llanto, aunque aun no me pensabas del todo.
Me sentí observado en los ojos de tu madre, me bebiste con ansia sin razón.
Te enseñaron palabras y aprendiste a a llamarme.
Escuche que me cantabas y buscabas entre muros fríos y me sentí grande.
Me colgaste milagros y creaciones, me adueñé del universo, de tus pasos, de tu voz y tus miedos.
Me escondiste y me negaste. Tiraste las imágenes que tu dibujaste.
Me manchaste con tu lengua y la de otros.

Casi desaparezco.

Tomé otro color y otro ritmo.
Me escondí en tus vicios y hasta en tus gemidos.
Volviste a mi para maldecirme,
para pedirme ayuda.

Volviste.

No me nombras pero aquí sigo.
Aunque no me nombres aquí sigo:
Como tu.

25 de marzo de 2014

Con el alza del precio de limones ya no me alcanza para mandarte cartas de tinta invisible.

Malditos precios nadadores o voladores.
¿Quién les dijo que me importaba si suben o bajan?
Enterrados o en la estratósfera deberían de tenerme sin cuidado.
Los números del tiempo también atacan. Dicen que quizás estoy en el entronque en que el pasado y el futuro se equilibran.
He ignorado los tic tacs y ellos siguen contando.
Cuentan que hay que hacer cuentas y planes y compras y pagos.
Arma mortal de pregunta de si alcanza.
Mi estatura limitada acostumbrada a no alcanzar.
¡Qué me importa! ¿Quién dijo que debo preocuparme?
Vete a revolotear billete.
Húndete al fondo monedita (no tienes que ser de oro para que todos te anhelen).
Pero confieso: me preocupa. El sabor a ahogarse es terrible.
Malabareo y disimulo. Números, tiempos, miradas.
Que nadie sepa. Que no se note. Poder seguir diciendo que sí voy, que si quiero, que si puedo.
Cara de Poker y no tengo ni un par.

Tal vez mañana sí me salga algún as.

24 de marzo de 2014

Papel


No pude dejarlo así. 
Su cuerpo resaltando sobre los adoquines. La noche.
¿Quién le hizo este daño? ¿Quién permitió este destino?
Pasé a su lado sin convencimiento al principio. Sentí su tristeza.
Quizás esperaba algo o alguien. 
Callé.
Me trajeron de vuelta mis pasos. Casi escuché su voz. 
Demasiados pasaron de largo. Lo olvidó el primer impulso.
Aun no era cadáver. Aun era promesa.
No pertenecían esas alas al suelo. 
No pude dejarlo así. 
Me pregunto si sigue aun esperando entre las ramas.



21 de marzo de 2014

Versos Caníbales para Vegetarianos

Se resiste el sacrificio humano a ser alimento de la musa.
Tenía ganas de atragantarse un corazón
solo para reciclarlo
digerirlo en cosas más verso.
O no.
No huyas transeúnte. 
¡Amnesia a tus excusas!
Se siente bien la piel bajo las uñas
que la carne se abrase en un papel.
Ansias antropófagas y cierto olor a sexo.
Con ensalada por favor. 

Tentativo Origen

Era un secreto a gemidos.
Regalo de Gea a su creación favorita.
¿Quién ha de negar los frutos intangibles de la tierra?
Envidia del Olimpo y del Hades, calor que hace ríos y cantos sin lenguaje.
Ahí estuvo: el Shakti explotado, deglutido, hasta digerido.

Dicen que un día Lilith quiso hacer cantar a Eva y la serpiente le dió un consejo. Se le antojó cantar primero y por eso fue expulsada: en ciertos edenes no caben esos ecos.

¿Por qué querrían Apolo y Zeus compartir el botín?
¿Cómo no enseñar al hombre a reprochar al protagonista de las bacanales?
Vicio de Venus y todas las diosas que aun vivimos.
La serpiente no lamentó quedarse bífida.

19 de marzo de 2014

Pido cosas terrenales a una moneda con destino de pozo. Espero del universo una tangible respuesta que quizas vendrá en susurros. ¿Y si no se escuchar? 
Pido sin esperanzas pedazos de tiempo indefinido limitado. Distracciones para que tragar sea mas facil, para no sentir tan volátil el tiempo y no llenarme hasta la tos de lo que soy. Fuga. Lo que requiero es este desagüe sin pretensiones, sin nombre y sin futuro. ¿Acado mientras se arregla una grieta? Fluir quizás en sentido impropio, mientras encuentro mejor cauce: el mío. 
Enfocarme en disfrutar, aprender a despreocuparme otra vez. Obligar con tormenta a la llegada de la calma. La calma de explotar por mi y en mi. Andar de nuevo en mis pasos con la fuerza entera de querer volar.