30 de enero de 2009

Juegos que no

Se sorprendió con ganas de jugar...
Era necesario apagar su alma de niña.
¿Que quieres jugar? ¿Que cuento te gusta? ¿Jugarías conmigo?
Esta diversión no es de infancia ni requiere días de sol.
¿Que papel eligiría si le pidiera una historia? Las sonrisas y miradas talvez logren confundir.
Una vez que cierra los ojos siguen las preguntas.
Las esquinas y rincones que serían adecuados para el juego particular. El escenario necesario para crear o imaginar.
En que zonas anatómicas se centraría su personaje... que palabras que voces correrían por sus oídos. Que disfraces se deslizan en la historia de que cuerpos y que pisos...
En sus ojos las palabras y hasta imagenes ajenas de otros juegos e ideas y placeres y locuras.
En su piel la pregunta, el poro curioso... el latir...

Busca los ojos o la distancia. Busca el contacto alejado... y lanza la propuesta:
¿Jugarías conmigo?

28 de enero de 2009

Orbitas - Colisión

Se sentía observada desde el extremo del bar. No era la primera vez que el rabillo de su ojo revelaba la misma silueta. Un viejo conocido al que inclinaba la cabeza o saludaba con ademan de mano... lejano, frío incluso.
A veces es más cómodo así. Ver a los visitantes de este bar regular en sus danzas y viajes... circulando en sus órbitas. Olvidar los caminos recorridos sin olvidar rostros específicos. Andar bailar jugar...
tic-tac-tic-tac
Ventanas, luces, puertas, portales... escaleras de entrada a nuevos lugares y aventuras, a nuevos géneros, pasos, acentos.
Caídas, heridas, percepciones, lecciones.
tic-tac-tic-tac
De vuelta a la media luz habitual. A la mesa de siempre, los conocidos. Nuevo ritmo y estatura, nuevas gafas, moda y voz. Sensación familiar casi olvidada... ya no observa la silueta con discreción, siente la fuerza para mirar de frente.
La figura se acerca, casi decidida, casi en plena duda.
Por primera vez lo sabe... la silueta tiene siempreojos...

8 de enero de 2009

No enciendas la luz tan rápido.
Las sombras escurridas saben deslizarse y ocultarse latentes bajo muebles y jarrones.
Pasan las hojas de los libros olvidados y aguantan la temperatura creciente.
Se guardan cautelosas y calculadoras, duermen y sueñan.
Recuerdan su vida sin dueños, alguna vez con luz. Los nados de océanos adorados donde el sol no llega y aun sientes la vida. Anhelan el haz de la cueva, el eco del cenote, la tenue alba que susurra... despierta y sacude el azul, el peso.
Algunos pedazos, los más pesados... tienen alma de nube que volaba sobre cabezas. Promesas, visiones. Esas caen con estruendo que incluso ignoramos.
Se resisten a morir... muchas con argumento y motivo. Huyen se esconden y aguardan quizás a la melancolía recurrente de un vagabundo, un ermitaño que las encuentre y las haga cantar otra vez.
Duermen duermen sombras demonio y sombras ángel...
Sombras vida, sombras muerte, sombras peso, sombras vuelo...
No prendas la luz sin aviso, se enfurecen si las deshojas con sorpresa y crece su masa, pierden espacio...
Cierra los ojos, camina descalzo... siente su latir soñar susurrar.
Aprende sus tristezas su abandono su esperanza...
¿Crees qeu alguna deba morir?
A veces hay que elegir...
Se abrazan a mis tobillos... y me impiden volar...