26 de febrero de 2010

Quiero

Quiero mi libro abierto y tus ojos clavados en sus vaivenes. Que recorras una a una todas las historias por partes y en desorden. Historias de ayer, de hoy, de siempre y nunca. Cuentos inventados o escondidos de caminos recorridos u olvidados, soñados o construidos como éste sendero que pensamos al unísono cuando dormimos.

Quiero verte en mis palabras y tras de ellas. Que entiendas la brisa que genera la libertad y el fuerte refugio de una mirada. Quiero que respires y sonrías como hasta ahora, que me cuentes esta fábula en la cama si te lo pido, como antes, con pupilas niñas.

Quiero despertar en simbiosis, con pecho en espalda y alma en alma; perder el frío, perder el miedo, gritar gemir cantar y aprender a llorar de nuevo. Quiero que me lastimes y me sanes hasta las heridas que no son tuyas. Que me mires y veas como soy... que no lo olvides.

Quiero tener permiso para besarte mientras duermes, para sacarte la lengua y portarme como adulta, como vieja pero sobre todo como niño. Reírme de ti mientras te abrazo, decirte tonterías y hacerte caras para que tus carcajadas vuelen y se rompan en nubes bermellon como las de tantos atardeceres que han caído sobre nuestras cabezas.

Que no te caigas, que no estés triste, que nunca mueras. Que aunque sea tan yo... siempre me quieras.

23 de febrero de 2010

Arte secreto

Temo que he olvidado el arte de escribir secretos sin revelar nada.
Talvez no hay nada nuevo que ocultar tras mensajes en clave y garabatos alcoholicos, no hay frases escondidas o palabras que hablen de un tiempo que nunca fue y que se sintió tan cerca.
Supongo que no recuerdo muy bien cómo fue y no tengo nada que refresque esta memoria de ti.

Por eso me gustaría preguntarte, si en verdad fue.

Cumpleaños

Verás, voy a cumplir 26 y se siente raro.
Ya sé lo que dicen porque lo pienso: un paso hacia los 30.
Pero es que no lo soy, ni pienso en echar raíces. Siempre he pensado que soy un trotamundos, aunque no lo he sido. Pasó el momento adecuado y ahora con un poco más de conciencia sé lo que implica.
Verás, no sé a ciencia cierta si actúo conforme a mi edad, al menos la externa, ni si será cierto que aun hay aventuras que el destino me tiene preparadas.

Supongo que por eso pienso todavía y a veces, demasiado.

11 de febrero de 2010

¿Qué pasaría si me prohibieran callar o cerrar los ojos? Si este sutil muro que separa lo que permito que veas y no se callera de pronto y causara temblor en tu mirada.

¿Que pasaría entonces? Si intentaras apagar también lo que no ves pero conoces, si pasaras tu mano con fuerza sobre mis dibujos en tiza.

Intentarías talvez construir un castillo de esos de líneas punteadas sobre el espacio vacío para convencerme entonces que está bien y hay hogar. Talvez escribirías una historia de cómo lo mejor es ese paso, y ese silencio y esa forma de ver la vida que es tan sencilla de abrazar.
Llorarías talvez y me dirías que esto es maravilloso y no entiendes porque aquel mundo sigue vivo, porqué grita o muere o nace cuando tu no te das cuenta. Te ofenderías probablemente por el silencio bajo el que lo escondo, por no haber podido entrar...

Sí... entiendo que es difícil que entiendas... por eso nunca te lo pido.