26 de mayo de 2014

Instrucciones para ponerse la pijama (solo).

Deseche el nublado pensamiento de que se está quitando la ropa solo. Observe el bulto escondido bajo la almohada ansioso de ser usado. Desabroche su pantalón y sacuda su cuerpo para que caiga al piso como si bailando quisiera deshacerse de las telarañas que los días dejan embarradas sobre cualquier prenda. Tome la costura inferior izquierda de su camisa con la mano derecha y viceversa formando una cruz frente a su torso; sin soltarlos alce los brazos en un saludo doble a la noche que tiene enfrente. Aviente la prenda lejos para que no contamine con rutina el sueño. Desde la sinceridad extrema de desnudez parcial o total (decidirá usted según el clima) mire con anhelo la envoltura narcótica. Con movimientos ondulados introduzca los pies lento, con la delicadeza en que se entra a un estanque (esto es esencial para ahuyentar el insomnio). Uno por uno permita a sus brazos ser cubiertos por ese abrazo de tela fresca. Mire a través del agujero para la cabeza el augurio ficticio. Sumérjase.

12 de mayo de 2014

Contenido.

Sostenida. Apretado en un rincón. Guardado a presión adentro. Obligado a pasar por el cerebro y no explotar. Volátil controlado, respirado consciente. Contenido. Se golpea contra las paredes internas de este cuerpo. No están forradas de colchón y se deshace y se reconstruye. No tiene nombre pero pesa, atrapado. Auto secuestro, amordazado por la propia mano. Miedo de convertirse en rabia y mezclarse con otros colores. No admite la ofensa, la mastica. Inhalar para aprisionar. Cárcel de la mente que desmenuza un arranque emocional. No será censura al final, pero por ahora lo mantengo contenido.

2 de mayo de 2014

Pasaportes.

Un ataque de pánico al caer esa idea: no me van a devolver mi pasaporte viejo.
Con su vieja foto, número, vigencia.
Con átomos de aduanas lejanas agolpados en sus poros. ¿Y mis sellos? Evidencia de lo andado, lo volado, lo visto. Lo quiero de vuelta, debería haber mentido y simulado su robo o extravío pero no considere este apego tan pesado. Apenas puedo respirar mientras repaso mentalmente mas pagina y leo nombres de países, de rincones geográficos que también son esquinas de vida donde quizás no di bien la vuelta. ¿Y si lo olvido todo? Que evidencia fidedigna podría tener de los inviernos y veranos, de los husos atravesados, de otros ríos donde no nadé. En mis ojos se suceden postales mentales:
Montevideo y el malecón, la tormenta de nieve, el faro y el catamaran en el fin del mundo, el panteón de recoleta, Tigre y su tren... Lo quiero de vuelta!! ¿Que acaso no han encontrado una moderna tecnología que anule esta retrograda practica de separar un mapa personal, si bien temporal, de su portador humano? ¿¿Como asegurar que sigo hacia delante, con las puntas de los pies hacia afuera, si las hojas nuevas y vacías no conocen lo recorrido?
¿No es asi acaso mi vida hoy en esta encrucijada igual que insulsa sala de espera en busca de destino pero que se resiste a obviar huellas y cicatrices?
Ataque de pánico
No puedo
Respirar
Nudo de garganta... (No me lo quiten por favor).
Ojos vidriosos.
No quiero oír mi nombre, no se remplazar lo hecho con lo por hacer...

Y sí me lo regresaron.