Las ondas sonoras hacen zurcos en mi sangre. Mis yemas por dentro recuerdan otros espamos involuntarios. Oscuridad entre estrobos deslumbrantes.
Mecerse entre multitudes. Gritar como si estuvieras solo, extender la voz que ansía cielo porque el piso es duro y las horas se han ido amarrando a los pies.
Miedo a la pluma Miedo al papel Miedo a mi vacío. De pronto la inercia aparece y una vez más mi alma se hace tinta por mí, para todos ahora expuesta así ante cualquier mirada. Una vez más, hasta no se cuando Porque a veces me pierdo y pierdo mi camino, mi voz.. voz muda que tiembla sobre algun cuaderno cuando me anudo, solo para intentar esa ligereza que me da el abandono el resolver este laberinto cuando al fin me abro así para que lean...
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