9 de abril de 2010

Silencio

Talvez deba callar... aprender a vivir con este enredo de cabeza sin que ninguna evidencia, ningun deshilado delator se salga por mis oídos.

Quizás llegó el momento de refugiarme de nuevo al fondo del alcatraz... dormir. Dar la espalda para que lo que soy no se me desborde de los ojos, para que la sangre tinta que emana de mis yemas no haga daño, para que no me revuelque la ausencia de tormenta, mi ansia de marea alta casi naufragio.

Debo de salir descalza a escondidas, refugiarme en la noche para respirar y gritar. Escribir sobre fondo negro para que mis palabras sean anónimas. Sonreir solo de acuerdo al entorno, hablar en pausas y acentos conocidos, acoplar mi ritmo al de los vecinos... al menos ante la luz.

Poner candado al baúl de mi historia para evitar que salga alguna anécdota a dar la vuelta aunque su evoque sea evidente. Disimular que tengo memoria, más aun esconder que no me molesta.

Acomodarme en la balsa y dejarme arrastrar por la corriente, abriendo los ojos, observando el paisaje pero sin emitir sonido. Guardarme mis opiniones, mentir sobre mis identidades, mis espacios, mi voz.

Dejar de ser ante otros ojos... ser solo para mí y a oscuras. Dejar de decir incluso esto.

Talvez esa sea la solución a este conflicto. Abrazar el silencio.

2 comentarios:

Eduardo dijo...

Worales!!!
Me llego, me chillo el oído al leerlo.... a veces tenemos que callar para no lastimar, dejar cosas dentro y dejarlas para nosotros mismos nada mas.
No creo que sea un candado en un baúl, simplemente dejar en el pasado esas anécdotas o pensamientos si queremos cuidar a nuestro presente. Un pequeño filtro entre la mente y la boca.

Aprender a callar cuando es lo más inteligente por hacer y también decir las cosas antes de que sea tarde.

Saludines

R. dijo...

Si llegaras a hacer todo esto, si omitieras el fluir de aunque sea un deshilado delator por tus oídos, nariz o boca... solo por los demás. Si renunciaras a tú esencia, si acumularas tanto en un baúl con o sin candado, dejarías de ser toda tú y entonces... si dejaras de ser ante otros ojos... solo para ti y a oscuras, nos limitarías a los que si te aceptamos tal como eres, de esa bendición creativa que eres, de esa continua crítica que representa el reto y de dejar de ir contra esa marea que es la vida, que nunca es continua, ni lleva la misma fuerza, que nunca es del mismo color, o sabor o aroma... Entonces te estarías perdiendo la grandeza de la existencia, de ser, de la libertad y te estaríamos perdiendo en un naufragio sin éxito. Te quiero y a estas letras tuyas... Gracias.