16 de mayo de 2017

Son

Rasgar de cuerdas que es ventana
a su enjaulado corazón.
Son de Huapango y guayabera
triste andar olor a ron.
Cojera.
-¿Acaso no somos afortunados?-
Dice su sonrisa iluminada
bajo la melancolía de un orgulloso y sucio sombrero.
Guayabera eco y tez limpia morena.

Duele este ritmo alegre
hubo lágrimas en esa canción.
¿Gusta cooperar para la música?
No posee nada más que su pasión.
La guitarra vieja,
el recuerdo niño.
Feliz rima de dolor.
¿Gusta cooperar para la música?

Espalda colorida de marchito amor.
Adoquín tras adoquín sortea
otra noche sin calor.
No hay oídos ni monedas.
- ¿No somos acaso, afortunados?

Renqueando en baile,
sutil paseante de un portal cualquiera.

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