22 de octubre de 2008

Asumir que te estoy queriendo a pesar de mis huidas internas y mi sorpresa.
Entender que no está mal, que no es error lo que camino y pienso.
Aceptar que si pudiera elegir sería tuya mi compañía nocturna.
Sonreír con ganas y vergüenza de mi estado nuevo y desconocido.
Temer el paso siguiente, que sigue pintado de morado.
Respirar profundo mirando al abismo, no avanzar.
Y después de todo,
a pesar de todo.
Te advierto... que me iré.

No hay comentarios: