22 de mayo de 2009

Duelo...

Silencio Silencio...
Quien me dará el silencio necesario... este mundo talvez ya no lo tenga...
Corren los sonidos, gritos, ruidos... aturden y marean.
Hoy necesito silencio...
No es suficiente un minuto, propongo siglos de silencios momentáneos, de ojos de vidrio, de nudos de garganta...

Quiero el silencio para despedirme... la pausa necesaria y merecida.
Retomar el camino en que alguna vez estuve gracias a su obra y nombre, volver un poco. No se puede del todo.

¿Donde se encuentra otro paso a seguir, otra magia de juventud, otro atropello verbal de esos que atrapan y tatúan y amarran la conciencia?

Yo perdiendo palabras... el maestro se lleva las que no pudo dejar...

Comienzo el duelo...

2 comentarios:

Pionero dijo...

Es cierto que el gran poeta, dejo de escribir, la tinta del maravilloso cortejo a un papel, en resumen un libro... las bien pronunciadas palabras con rima y retazos de vida...en resumen los poemas...la imaginacion que se desemvuelve en la realidad de un exilio o desexilio, interminable...en resumen un cuento, y el silencio que provoca y retumba en tus mas sinceros momentos verbales, ese silencio es constacia de vida, ese silencio es la pausa necesaria, para estornudar gotas de alegria y tristeza por el hermano que se fue, el no despertara y habra silencio, si es que lo cress necesario...no hay mas vida que tus palabras y tu poesia, tus metaforas..tu toda una sombra o una marca permanente de Benedetti, en el silencio y en el duelo contruye..."un abecedario de sentimientos, adverbios reveladores, silabas, adjetivos juguetones, sientate en lun libro y contempla lo que crearon otros" te amo Tanya Sofia...

R. dijo...

Las letras escritas no se van tan pronto, como el olor a tierra mojada. La creación que se manifiesta se queda y se queda en hojas que solo amarillentan, la antigua corteza adquiere un aroma específico y el tono de la tinta va perdiendo fuerza. Los recuerdos en cambio permanecen cuando se escriben, cuando se cuentan, tú y el tienen don de letras y de palabra, transformen el placer de esas sonrisas que se conjugan, de esa alegría mágica, de vivir la vida juntos, en arte, en creación. La muerte se lleva el cuerpo, lo que se escribe queda eternamente plasmado. Adiós mi querido Benedetti, nos has brindado subitas lágrimas y eterna alegría. Te quiero Morri!