20 de enero de 2010

Sin Red

Pon atención soñador... mucha.
Si un destello nubla tu vista, aunque feliz, no olvides abrir los ojos.
Esa sombra que es apenas perceptible, ese silencio, esa oscuridad que a veces te habla existe.
Ese agridulce sabor no es un aderezo... no es un betún... esta es la sangre a la que has seguido. La brisa no es un aleteo amigable... no siempre.
A veces las corrientes acercan los barcos de papel y ciertas otras avivan el fuego. No hay programación ni predicción adecuada.
No hay garantía de buen clima, solo los esfuerzos y promesas selladas.

No lo olvides soñador... no cierres los ojos a aquel pacto entre tu lucha y tu aliada. Entre tu miedo y tu refugio hay una larga historia... una amistad... no lo olvides. Y toma tus precauciones.

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