24 de enero de 2012

Turno

¿De qué le serviría la habilidad innata de caminar sobre las nubes, si no supiera leer las señales del destino?

Fue Louis Armstrong el que esa tarde casi cualquiera en que acompañado por Ella susurró y ella recordó que no lo había buscado... aun no había cedido al impulso de dejar a su mente perseguirlo por los parajes sin tiempo. Era claro que por recelo amarró su curiosidad en un rincón oscuro, donde los recuerdos se hacían nítidos y podía jugar con ellos. Hoy esa voz y ese clima le dijeron simplemente: es tu turno de buscar.

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