9 de abril de 2013

Cansancio. A veces hasta el cansancio puede ser combustible. El peso de la espera que se calla porque se esconde, porque hay vergüenza.

Caras vemos, y sonrisas: mínimas muestras de rutina ajena. Seguramente mienten sobre lo que hay detrás, en el rincón de los segundos que se hilan por inercia.

Quietud, calma... Ausencia de estallido, hasta muerte de pasión. Cual infección imparable se posa sobre labios, ojos, manos y alientos.

Hay quien intenta huir. Romper de pronto el velo, agitar de nuevo los anhelos y recordar las nubes. Hay que llenar el alma de algo que explote, aunque sea el silencio, aunque sea el cansancio, y buscar la mecha... Esa que con cualquier chispa nos destroce en partículas con más sentido.

1 comentario:

TuliPaN dijo...

Bloguerita you're back!! :)