28 de abril de 2014

Saborear una paleta de jamaica como si fuera tu lengua, como perieco de tu boca que no es hielo. Estas al lado y me parece que tendré que recorrer kilómetros para apagar esta curiosidad atorada de labios. Me pregunto si intuyes el agitar de mi aura, de mis destellos de deseo. No es nueva la espera del momento, la apuesta al efecto. Sólo con la piel sigo jugando.

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