29 de abril de 2014

Rant terapéutico.

La nostalgia acumulada se agolpa por sorpresa
 en los ojos, en las manos, en los poros.
Particularmente en las fosas nasales que se abren espámicas porque quieren aguantar
ser la columna fortaleza que detenga el ataque demasiado subjetivo de un nudo, este nudo.
Oxígeno viciado con demasiados recuerdos removidos y alborotados desde el colmo de una estupidez electrónica.
Necedad y su efecto asfixia.
Destellos de odio y clones de despecho que bailan divertidos demasiado cerca. ¿Cómo se les apaga la música, si no se ha sabido extinguir una brasa?
Maldigo la fiesta en el limbo del día del mago.
Espero la paciencia y su aparecer tardío. Espero.

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