15 de agosto de 2007

Despedida

No hay mayor consuelo para mi que la indescriptible contariedad de la oscuridad de tus ojos y la luz de tu sonrisa. Y aunque nunca me abandonan, y menos en momentos de necesidad, has de saber que no puedes venir conmigo.
Conozco tu ansía de suplirme, o por lo menos de ayudarme; sé que si te lo pidiera me acompañarías sin pensar, pero no, no puedo. No por que no te necesite sino porque me he dado cuenta que ésta es mi batalla.
Así que, amigo mío, ayudame a prepararme: a ponerme la malla y ceñirme el cinturón, a portar la espada y el escudo; pero sobre todo alimenta mi espíritu, mi voluntad. Porque he aqui me así me acompañas a todos lados.
Pero no te sientas inútil, mi amigo, porque tu misión s mucho más grande e importante de lo que crees. Prométeme que me esperarás, que te quedarás aquí hasta mi regreso, para que cuando llegue victorioso, cures mis heridas y te alegres con mi triunfo. Pero cuidado, porque si regreso vencido, entonces también saciarás mi sed y me escucharás para luego animarme a intentarlo una vez más.
Ahora amigo, me voy. Sé que tengo prisa y que la tormenta ha comenzado y crece, pero mientras permanezca aquí, junto a tí, en la seguridad, tomo más conciencia de mi lucha y es presta mi voluntad.
Adiós amigo, regresaré. Sólo sonríeme una vez más, porque contemplarte así, tal cual, en todo el cariño contendio, se me nublan los ojos y se me quiebra la voz, por que sin palabras alimentas mi alma.
Me voy amigo, debo partir, a la batalla, a mi lucha...
Talvez incluso a mi morir.
Pero ten por seguro que allá a donde voy estarás conmigo, pues ya eres parte de mí.
Adiós.
9 marzo 2001
Para Frodo y Sam

1 comentario:

cxb€L dijo...

..despedida
chida despedida, sin mas que decir, adios.