Correría tras de ti aun si fueras ciego,
construiría mundos con las manos.
Seguiría vaqueros en la oscuridad,
mientras te cansas de correr en mis sueños...
Ya te extraño y te extrañaré cuando esté vieja.
¿Quien te habló al oído para decirte mis secretos,
para que tuvieras el descaro de llamarme hada?
5 de noviembre de 2007
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