14 de junio de 2014

Insistí.

Te invité porque tus ojos eran míos justo así y no estaba lista para perdelos. Insistï porque era de noche como yo de costumbre lo soy, porque viste que mi respirar era marea tranquila a pesar de la luna y de ti. Dentro una tormenta y fuera calma, me dijiste perfecta porque los peros son ligeros. Te invité porque se que no querías irte, porque mis ojos te pesaban y nunca habiamos estado así. Hacía falta tanto de lo que sigo sin saber pedir pero ahi estabas, en duelo, lo vi. Insistí sin espera de amanecer, con terquedad de extender un instante. Qué mas da una noche, llena o vacía, si es ese el preludio, tus ojos en los míos y mi tormenta que no ves. Todo es bruma y no importa si hay naufragio, si hay despertar en tacto repentino y sin nombre, si hay aroma de rutina sin tedio, si hay aun lucha entre silencios. Casi incapaz y aun valiente, tengo miedo de ser de nuevo avalancha, y aun asi. Tus ojos eran mios, no estaba lista para perderlos. Te invité y buenos días.

No hay comentarios: